Una de nuestras responsabilidades como entrenadores de voleibol es alentar y nutrir el desarrollo de la próxima generación. Para algunos de nosotros, eso implica salir y hacer educación como entrenadores. Piense en cosas como llevar a cabo clínicas de entrenamiento en nuestras áreas o asesorar a entrenadores más jóvenes. En mi caso, y en otros, incluye cosas como bloguear y desarrollar material educativo. Sin embargo, para todos nosotros, comienza más cerca de casa con nuestros jugadores.
Modelo a seguir
En primer lugar, todos y cada uno de nosotros debemos ser conscientes en todo momento de que somos modelos a seguir para los futuros entrenadores de voleibol potenciales entre los atletas de nuestros equipos. Esto es algo fácil de olvidar en el fragor de la batalla, por así decirlo. Sin embargo, la pregunta que siempre debemos hacernos es si estamos actuando y presentándonos de una manera que nos gustaría ver emulados por aquellos de nuestros jugadores que eventualmente se convertirán en entrenadores por derecho propio.
Desarrollar jugadores pensantes
Personalmente, creo que deberíamos desarrollar jugadores que puedan pensar y resolver problemas en la cancha. Este tipo de jugadores entienden lo que estamos tratando de lograr. Como resultado, pueden entrenar y jugar con intención y propósito. No solo actúan mecánicamente al hacer lo que se les dice. También pueden encontrar soluciones a los desafíos en el fragor de la batalla cuando el entrenador tiene poca influencia directa. Los jugadores que piensan y resuelven problemas también tienen la base para convertirse algún día en entrenadores por derecho propio.
Identificar
Siempre debemos estar atentos a jugadores con potencial para convertirse en buenos entrenadores. Eso significa observar cómo actúan y escuchar lo que dicen más allá de cómo se relaciona con su desempeño en la cancha o la interacción con sus compañeros de equipo. Necesitamos buscar jugadores que vean el panorama general, que entiendan lo que están tratando de hacer en la cancha y que sean estudiantes del juego. Las cualidades de liderazgo también son buenas, pero eso no significa solo capitanes de equipo.
Alentar
Cada vez que tenemos la oportunidad, necesitamos poner a los futuros entrenadores de voleibol en posición de trabajar con jugadores más jóvenes. Dentro de un equipo, eso podría ser algo tan simple como tener un jugador senior trabajando con un novato. Con un enfoque más externo, significa involucrarlos en el entrenamiento a nivel de clubes juveniles, o en campamentos o en clínicas de jugadores. Esta no es solo una buena manera de ayudar a desarrollar futuros entrenadores. Casi cualquier jugador puede beneficiarse de ser maestro por un tiempo.
Como entrenadores, el futuro de nuestro deporte está en nuestras manos. Depende de nosotros hacer que siga avanzando, no solo aprendiendo y desarrollándose en el presente, sino preparando a quienes nos sucedan para que hagan lo mismo. Este es especialmente el caso donde el voleibol sigue siendo un deporte de nivel inferior y muy desarrollado, pero se aplica en todos los ámbitos.
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