Aún hoy queremos retomar el tema, profundizando en lo importante que son los valores inherentes al Deporte para inculcar valores importantes en el camino de nuestros chicos, demostrando posteriormente ser de gran utilidad en la vida personal y profesional de cada uno de ellos. .
Como siempre, compartimos nuestro punto de vista, fruto de años de experiencia entre los chicos pero, en todo caso, absolutamente cuestionable. Precisamente, nos gustaría que nuestros artículos fueran un vehículo de comparación y sano intercambio de opiniones.
Nuestro camino juntos hoy parte del aspecto relacional y social del Deporte.
Los seres humanos viven por naturaleza en relación con los demás. Es una necesidad suya de la que no puede prescindir. Piense en nuestros órganos de los sentidos: están construidos de tal manera que nos permiten salir de nosotros mismos para ir hacia algo o alguien.
En efecto, la posibilidad de realizar un Yo es siempre hacia un Tú. Alguien dijo: “Yo soy la gente que conozco”. En el transcurso de este artículo me gustaría presentar algunos elementos de reflexión a partir de algunas palabras o ideas fundamentales, las matrices de las que parte toda experiencia posterior en materia de deporte, educación, significados y valores para la existencia.
Educar = salir, sacar
Educar significa ayudar al otro a salir, a manifestarse, a realizarse según sus potencialidades. Toda persona tiene un potencial innato y adquirido que puede manifestarse: es necesario ayudar a la persona, al joven, al niño a Educarlo y realizarlo. Este es el sentido más auténtico de toda relación educativa. Ayudar a los demás a ayudarse a sí mismos. Significa que la condición de ayuda puede ser auténtica, si tenemos en cuenta los tiempos de crecimiento de cada persona. Respetar al otro y su ser una persona que se vuelve con el tiempo. La educación no tiene prisa, es tiempo de espera y no de exigencia. La prisa está prohibida en la educación. La prisa es el mayor sacrificio en la educación.
Hoy Voleibol, pero todo deporte debe poner en el centro la vida de los chicos
Asistimos a un cambio en cierta forma de ver el Deporte. Hasta hace unos años, “la pelota” estaba en el centro del mundo del Voleibol, incluido el de los chicos. Es decir, apuntábamos al resultado, a la victoria a toda costa, sin peros…
Hoy el centro del Voleibol siempre debe estar representado por el niño, en quien la prioridad debe ser su crecimiento, deportivo y personal, sin olvidar nunca que el Voleibol es ante todo UN JUEGO. Obviamente, cuanto menor sea la edad de los jóvenes atletas en cuestión, más énfasis se debe dar al componente lúdico en los entrenamientos y competiciones.
Los niños necesitan jugar como una prioridad en sus vidas. A través del juego aprenden a estar en el mundo. No se les exige nada más, no son adultos.
Entonces es importante dar a los niños experiencias de movimiento, de diversión ligadas a la acción del juego. Es un outlet, teníamos el camino, pasábamos horas jugando en las calles de nuestra ciudad, nos raspábamos las rodillas en el asfalto y antes aún en el camino de tierra. Vivíamos nuestro entorno donde estaba, desde dentro. El riesgo es que nuestros hijos no puedan vivir las mismas experiencias que nosotros. Paradójicamente experimentan el ambiente dentro de la casa, les hemos creado una falsa realidad que compensa la real, por ejemplo se mueven frente a un «gadget» llamado wii fit que simula la realidad. Uno cree que va a dar un paseo, porque el vídeo que tiene delante le muestra una ruta, pero en realidad no se ha movido realmente, no ha respirado el aire exterior, no ha recorrido realmente una ruta, no ha salido a correr…
Entonces necesitamos volver al juego de la calle, pero donde no es posible, la experiencia del deporte practicado al aire libre, en grupo, compensa maravillosamente el «perder la calle», un recuerdo de nuestra infancia.
Habilidades para la vida: habilidades para la vida
La Unión Europea y la Organización Mundial de la Salud han señalado la promoción de la educación en «habilidades para la vida» como uno de los objetivos prioritarios de las políticas e intervenciones educativas a impulsar hacia las nuevas generaciones y adultos.
Las habilidades clave para la vida son las siguientes:
Resolución de problemas: abordar y resolver problemas cotidianos de forma constructiva
Pensamiento crítico y pensamiento creativo: analizando la situación de forma analítica, explorando posibles alternativas y encontrando soluciones originales
Comunicación efectiva: expresarse de forma adecuada a la situación y al interlocutor, tanto verbal como no verbalmente
Empatía: reconocer, discriminar, compartir las emociones de los demás
Manejo de emociones y manejo del estrés: reconocimiento y regulación de las propias emociones y estados de tensión
Eficacia personal: ser capaz de organizar con eficacia una serie de acciones necesarias para afrontar nuevas situaciones, pruebas y desafíos
Eficacia colectiva: sistema de valores y creencias compartidas por un grupo sobre la capacidad para alcanzar objetivos comunes
Estas habilidades resultan muy importantes en el Deporte pero son igualmente fundamentales en la vida, en el trabajo. Esta es una de las principales razones por las que considero al DEPORTE COMO ESCUELA DE VIDA.
Y es por esto que quien tiene la tarea de entrenar a un grupo de niños o niñas tiene una enorme responsabilidad. La responsabilidad de quien inevitablemente debe ser también un EDUCADOR, además de un ENTRENADOR. Y pronto se explican las razones:
Educar en el valor del deporte es educar al cansancio, al sudor.
Educar es formar: Necesitamos formar a los jóvenes para que sepan afrontar las dificultades, para que puedan solucionarlas. Puedes tomar riesgos en la vida y puedes seguir adelante.
Levántate y sigue corriendo. El error no debe verse como algo negativo, sino también como algo positivo. El error es la columna vertebral de todo progreso y mejora.
Cometer errores es progresar, la vida como competencia, avanza a través de problemas y errores.
Eventualmente, al pasar por los errores, habrá mejorado su desempeño.
Educar a los niños para que superen los errores significa fortalecerlos internamente, para que sean capaces de enfrentar las inevitables situaciones difíciles que se presentarán en sus vidas.
El objetivo de toda educación saludable es lograr que los niños adquieran esa fuerza interior para volver al juego, no para dejarse llevar por la desesperación.
Educar es proponer una meta y acompañarla en su realización
ayudar a tener coraje
ayudar a no rendirse ante las dificultades
ayudar a superar el miedo a convertirse
ayudar a tolerar las frustraciones
ayudar a apreciar la diversidad
ayudar a concebir el juego como bienestar tanto interior como físico
ayudar a sentirse bien en un grupo, apreciando la contribución de todos, sin excepción
La necesidad de un nuevo pacto educativo entre organismos que educan
El entrenador y el padre deben formar una alianza educativa.
Hoy la verdadera emergencia es esta.
El entrenador tiene éxito si educa, al contrario del pasado en el que se afirmaba que el entrenador tenía éxito si afirmaba la primacía de los resultados sobre las necesidades del equipo, sobre las necesidades de los alumnos.
Educar en el deporte es educar en la lealtad, en el juego limpio que es una regla que no está escrita en ningún reglamento, pero que es la base de todo deporte. El respeto al otro que se aprende en el grupo y se convierte en respeto al árbitro y sus decisiones, respeto al entrenador.
En resumen: jugar por diversión, jugar limpio, respetar las reglas del juego, respetar a los compañeros, adversarios, árbitros, aceptar las derrotas, rechazar la violencia y todas las prácticas que perjudiquen el deporte (dopaje, racismo, formas de corrupción…). Tener en cuenta el destino de los niños es la preocupación de todos los padres, de todos los educadores. Esta es la razón última de la educación a través del deporte. Ofrecer a los jóvenes la oportunidad de superarse a sí mismos, de vivir la vida con sentido, dignidad y pasión.
Y por último pero no menos importante:
Educar para soñar: el sueño, el pensamiento más bello. ¿Cuántos padres hablan con sus hijos sobre sus sueños? Es necesario devolver a los chicos el auténtico significado de la palabra sueño. Sogno no es el territorio de lo imposible, sino el territorio de lo lícito, aunque haya que ayudar al menor a «volar con anclas y pesos». De lo contrario, el riesgo de frustración es muy grande.
Fuente: http://www.sportingparella.it/site/index.php?option=com_k2&view=item&id=1553:educare-allenando-la-funzione-del-volley-nella-crescita-personale-dei-ragazzi&Itemid=269
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