Abstracto
Exploramos el impacto de la experiencia motora en la interacción entre la simulación motora implícita y el procesamiento del lenguaje. En una tarea de juicio de familiaridad con la acción, se presentaron oraciones semánticamente correctas a jugadores expertos de voleibol, fanáticos y principiantes que describían acciones motoras posibles y no posibles, todas como contextos negativos o positivos, p. ej., «¡No patees!» o «¡Ayuda!». Como se sabe que el procesamiento de frases de acción negadas reduce los estados de simulación, aquí se utilizó la exposición a contextos negativos o positivos para probar cómo varía la simulación según la viabilidad del motor (posible, imposible) y la experiencia (expertos y fanáticos). Una interacción significativa grupo×estímulo×contexto mostró que los atletas y los fanáticos tardaron más en procesar contextos negativos que positivos para posibles acciones, en comparación con oraciones de acción-imposible. Además, los expertos fueron significativamente más rápidos y precisos que los fanáticos y, a su vez, ambos fueron más precisos que los novatos. Por lo tanto, la simulación motora implícita impacta en el procesamiento de verbos de acción dependiendo de (i) la experiencia relevante del dominio, (ii) la factibilidad de las acciones y (iii) si las escenas se presentan en un contexto negado. Estos resultados sugieren que el desencadenamiento implícito de representaciones motrices está modulado por el contexto y sintonizado con el repertorio motor de las personas, incluso cuando las acciones se describen lingüísticamente.
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