En la edición de invierno 2016-17 de Revista VolleyballUSA – la revista oficial publicada por USA Volleyball – hay un artículo que me dio ganas de tirarme de los pelos. Tenían una columna de Junior Journal con contenido de un jugador juvenil. En este caso particular, ese jugador había sido parte de la selección nacional U18 de EE. UU. Su artículo se titula “7 errores que nunca volveré a cometer”.
El primer “error” me dio ganas de gritar. No se estiraba lo suficiente antes de jugar. Aquí está el texto completo de la misma.
“Cada vez que intentaba jugar sin estirarme adecuadamente, terminaba con algún tipo de lesión. Estirar y calentar antes de jugar es aún más importante cuando estás adolorido por los entrenamientos anteriores. Solo unos minutos adicionales pueden evitarle meses de rehabilitación de lesiones”.
Repita conmigo todos: no hay evidencia que vincule el estiramiento antes del entrenamiento o la competencia con la prevención de lesiones. De hecho, como escribí hace mucho tiempohay evidencia que sugiere que en realidad puede afectar el rendimiento, aunque de manera limitada.
Uno pensaría que a estas alturas nuestros jugadores ya estarían informados sobre este tipo de cosas. Claramente no, sin embargo. Los entrenadores tenemos que hacer un mejor trabajo al respecto.
Lo que realmente me molesta es que este es un niño en el sistema de voleibol de EE. UU. Cuando asistí a la Clínica de Entrenadores de Alto Rendimiento y CAPÍTULO III En los cursos de 2017 había personal médico y de formación contándonos lo inútiles que son los estiramientos tanto para prevenir lesiones como para evitar dolores. ¿No debería este material llegar a los atletas?
Claramente, no estoy en contra del calentamiento. Es solo que el estiramiento estático es, en el mejor de los casos, de valor cuestionable.
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