Abstracto
Describimos el caso de una jugadora de voleibol de secundaria que sufrió una fractura de la diáfisis humeral mientras ejecutaba un servicio flotante. Según los antecedentes del paciente, inicialmente se sospechó una fractura por estrés. Sin embargo, las radiografías simples no mostraron reacciones periósticas, formación de callos ni osteosclerosis, por lo que no pudimos hacer un diagnóstico definitivo de «fractura por estrés». Se sugiere que una fuerza muscular instantánea además de las fuerzas de rotación aplicadas por el impacto con la pelota causaron la fractura. Su fractura sanó sin incapacidades posteriores a base de un manejo médico conservador con férula de yeso y regresó al equipo de voleibol. La imprecisión de su forma de saque, además de su propia fuerza muscular, podrían estar implicadas en el mecanismo de la lesión. La instrucción sobre cómo lograr una forma de saque adecuada podría ayudar a prevenir este tipo de fracturas.
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