Abstracto
La creencia de «mano caliente» en los deportes se refiere a la convicción de que un jugador tiene más posibilidades de hacer un tiro después de dos o tres tiros exitosos que después de dos o tres errores (lo que resulta en «rachas»). Esta creencia suele considerarse una falacia cognitiva, aunque se ha conjeturado que en el baloncesto la defensa atacará a un jugador «caliente» y evitará que se produzcan rachas. Para abordar este argumento, proporcionamos el primer estudio sobre la mano caliente en el voleibol, donde la red limita las contraestrategias defensivas directas, lo que significa que es más probable que surjan rachas si un jugador está caliente. Primero establecemos que los atletas creen en la mano caliente en el voleibol (Estudio 1A). Al analizar a los 26 mejores jugadores de primera división, mostramos que existen rachas para la mitad de los jugadores (Estudio 1B). Los entrenadores pueden detectar la variabilidad del rendimiento de los jugadores y utilizarla para tomar decisiones estratégicas (Estudio 2A). Los creadores de juego también son sensibles a las rachas y confían en ellas cuando deciden a quién asignar el balón (estudio 2B). Concluimos que para el voleibol existe la mano caliente, los entrenadores y creadores de juego pueden detectarla, y los creadores de juego tienden a usarla «de manera adaptativa», lo que resulta en más hits para un equipo.
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